La firma elige Madrid, su ciudad de origen, para localizar su flagship en España. En la céntrica calle Hortaleza encontramos un espacio diáfano, de diseño, con moda sostenible y muy tecnológico. Al final de la tienda, un gran lucernario y una pantalla LED curva de grandes dimensiones y alto brillo ayudan a crear una atmósfera diferente, donde uno puede llegar a imaginar cómo las prendas de ropa flotan en el fondo marino. Peces, algas, el sonido del mar y vestimentas sostenibles en una ciudad sin mar y con mucha polución.