El COVID-19 ha marcado un antes y un después en el comportamiento social en múltiples ámbitos: el trabajo, la vida social, la educación o el consumo, forzando a la sociedad a cambiar su modelo de comportamiento en un tiempo récord. Esta situación ha obligado a todos los sectores a mejorar, a ser resilientes y a innovar en un entorno complejo y cambiante día a día. Muchas de las medidas adoptadas serán soluciones temporales que, una vez volvamos a la normalidad, se darán por superadas. Pero muchas otras serán medidas que los negocios tendrán que adoptar en el medio-largo plazo, para seguir conservando la confianza de sus clientes.
Conseguir captar al nuevo consumidor a través de soluciones que garanticen nuevos conceptos como la distancia social, la seguridad e higiene, información, o contact-less, con la misma importancia o más que el producto/servicio que la marca ofrezca.